Por Agustín Carbo y Amalia Saladrigas
La temporada de huracanes en el Atlántico está en curso y los científicos predicen que será una de las más intensas en las últimas décadas, debido a que el cambio climático ha hecho que las tormentas más frecuentes y severas sean la nueva normalidad. Para las comunidades a lo largo del archipiélago de Puerto Rico, que ya se han visto afectadas por un conjunto de crisis, es urgente planificar un futuro más resiliente.
La electricidad es esencial para todos los puertorriqueños; la salud y el bienestar de los residentes dependen de una fuente de energía que sea estable y confiable. Los desastres que se han vivido anteriormente, desde huracanes hasta terremotos, han demostrado la fragilidad y lo poco confiable que es el sistema centralizado de energía actual.