Esta publicación fue corredactada por Bärbel Henneberger.
Los Pueblos Indígenas que habitan en la Amazonía son conocidos como “guardianes de los bosques” debido a su eficacia para mantenerlos intactos. Los territorios indígenas y las áreas protegidas conjuntamente cubren el 52% de la Amazonía y almacenan el 58% del carbono, superando así a las tierras circundantes en términos de almacenamiento de carbono y limitando las emisiones netas de carbono, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science a principios de año.
Aun así, los territorios indígenas y las áreas protegidas se enfrentan a nuevas amenazas. Los líderes indígenas de la Amazonía informan del incremento de casos de violación de sus derechos. Las invasiones por parte de los mineros, ganaderos y madereros ilegales que invaden las tierras indígenas protegidas quedan en la impunidad y, al parecer, todos ellos se sienten alentados por las declaraciones de los líderes políticos y los esfuerzos legislativos para permitir en los territorios indígenas nuevas concesiones mineras.
Las concesiones para la extracción de petróleo y minería otorgados por los gobiernos se superponen a cerca de una cuarta parte de los territorios indígenas reconocidos, lo que aumenta sustancialmente su vulnerabilidad a los impactos adversos.
Al momento el COVID-19 agrava estas amenazas en un escenario en que las autoridades nacionales no han podido patrullar las reservas naturales y territorios indígenas con la frecuencia requerida; situación que las organizaciones criminales y madereros ilegales han estado usando a su favor.