Esta publicación fue corredactada por Bärbel Henneberger.
Los impactos negativos de COVID-19 van más allá de los efectos directos en la salud, particularmente entre los Pueblos Indígenas, que han estado entre los más afectados por la pandemia. Las violaciones de derechos humanos junto con los conflictos ambientales se han intensificado, lo que ha obligado a las comunidades indígenas a lidiar con estas circunstancias y lo que significan para su capacidad para continuar participando en procesos políticos que son parte integral de la defensa de sus derechos e igualdad.
COVID-19 ha impedido que los Pueblos Indígenas participen en persona en las negociaciones internacionales sobre cambio climático convocadas por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), ya que estas se han pospuesto o se están realizando de manera virtual. La presencia de los Pueblos Indígenas en estas negociaciones asegura que los derechos humanos sean centrales en todas las discusiones y también ayuda a reducir los posibles impactos ambientales y sociales negativos de las nuevas políticas internacionales. Sus perspectivas son clave para pintar una imagen precisa de lo que está sucediendo en sus territorios y cómo el cambio climático ya está teniendo un impacto significativo en su forma de vida.
La Plataforma de las Comunidades Locales y los Pueblos Indígenas (Plataforma CLPI)
Asegurar la participación efectiva y activa de los Pueblos Indígenas, tanto de manera presencial como virtualmente, para que puedan plantear sus inquietudes y contribuir a este proceso, es una de las principales prioridades del movimiento indígena. Una vía primordial a través de la cual los Pueblos Indígenas pueden participar en el proceso de la CMNUCC es la Plataforma de las Comunidades Locales y los Pueblos Indígenas (Plataforma CLPI).