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En el 2012, los latinos fueron 1 de cada 10 votantes y ayudaron a decidir las elecciones presidenciales, estableciendo un margen récord de votantes. El mes pasado en California, el estado más populoso de Estados Unidos, la población hispana sobrepasó la de blancos no hispanos. El único otro estado a llegar a este punto es Nuevo México, cuya población hispana-latina es casi un diez por ciento mayor que la de blancos no hispanos.
Así como la población latina continúa a crecer en todo el país, así crece su influencia en áreas de política claves. En aquellos estados que son campos de batalla de las elecciones, como Florida, Colorado y Nevada, los latinos representaron el 17, 14 y 18 por ciento de votantes en el 2012, respectivamente, lo que refleja un aumento con relación a elecciones anteriores. La tendencia ha reavivado una animada discusión sobre la influencia de la comunidad latina estadounidense, el “gigante dormido” en la política del país.
También hay una tendencia política menos reconocida que está surgiendo entre los grupos más jóvenes y de más rápido crecimiento: la demanda entre latinos para actuar con el fin de hacerle frente al cambio climático. Según una nueva encuesta nacional publicada el mes pasado por Natural Resources Defense Council y Latino Decisions:
- 9 de cada 10 votantes latinos “quieren que el gobierno actúe en contra de los peligros del calentamiento global y el cambio climático”
- 8 de cada 10 latinos quieren que el presidente frene la contaminación de carbono que causa el cambio climático
- 86% de latinos apoyan limites en contaminación del carbono de centrales eléctricas
El cambio demográfico ¿cómo es significativo para la defensa del medioambiente?
Las consecuencias de que estos grupos se manifiesten tan claramente a favor de las políticas pro-ambientales son significativas. Para empezar, los temas relacionados con las políticas medio-ambientales probablemente se volverán temas decisivos para los votantes latinos, tanto republicanos como demócratas. De acuerdo con Latino Decisions, un líder en la investigación de las opiniones políticas de los latinos, sólo hay otro tema que ha recibido niveles tan altos de apoyo: la reforma migratoria, el cual ocupa el primer lugar entre los temas más significativos para los votantes latinos a través de la gama política.
Este cambio demográfico también es significativo ya que los impactos del cambio climático se vuelven cada vez más serios. En los últimos meses, estados políticos claves con grandes poblaciones latinas han sentido los efectos devastadores del cambio climático, desde las inundaciones sin precedentes en Colorado hasta la sequía histórica en California. Con 50.000 latinos que cumplen los 18 años cada mes, una postura sólida sobre la política medio-ambiental podrá rápidamente convertirse en la clave del fracaso o éxito de funcionarios electos en estos estados y a nivel nacional.
Juntas, estas tendencias pintan un cuadro claro, el de una población latina que desmesuradamente apoya la acción positiva por el cambio climático y que es cada vez más influyente en estados políticos claves.
Ambientalistas, pongan atención: ésta es una gran oportunidad para que el movimiento medio-ambiental avance políticas que se han estancado anteriormente. Igualmente urgente, es una gran oportunidad para alzar las voces de los latinos, entreotras comunidades de color, que son desproporcionadamente afectadas por los problemas del medio ambiente. Por ejemplo:
– Es una oportunidad para conseguir apoyo para iniciativas de empleos verdes, muchas de las cuales serán emprendidas por latinos y latinas
Es un llamado para abordar los impactos que el medio ambiente tiene en la salud y que de manera desmesurada afectan a las comunidades latinas
Quizás lo más importante es que ésta es una puerta abierta para crear un mayor espacio para la diversidad en un movimiento que necesita apoyo más amplio para poder alcanzar el éxito y que puede ser más eficaz si logra captar la participación de comunidades que hasta el momento no están bien representadas. La forma en que esto se haga será una medida de que tan rápido y equitativamente esperamos abordar de manera significativa el cambio climático, la cuestión que define nuestros tiempos.