EDF Talks Global Climate

Alianzas de cacao: Cómo la colaboración ayuda a los Arhuacos de Colombia a conservar el bosque y mejorar oportunidades económicas

Mujeres del pueblo indígena Arhuaco preparan a procesar cacao para la empresa chocolatera sostenible Original Beans. Foto por Original Beans

In English. Este artículo fue escrito por Chris Meyer, coordinador del programa de protección de bosques en la Amazonia para EDF y Sybelle VanAntwerp, Voluntaria de Cuerpo de Paz de los EE.UU. Colombia

La historia detrás de la barra de chocolate Arhuaco Businchari, de la compañía holandesa Original Beans, comienza en una parte del bosque tropical que cubre la región de la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia, ubicada en la costa caribeña al norte de América del Sur. Ahí es donde el pueblo indígena Arhuaco ha cultivado, cosechado, y vendido cacao exitosamente desde hace dos años, mejorando las oportunidades económicas de sus comunidades mientras preservan el bosque que les rodea.

El pasado mes de marzo, la organización Environmental Defense Fund (EDF), junto con Cuerpo de Paz de los EE.UU. y EcoDecision Canopy Bridge, y con ayuda financiera de USAID, apoyaron a la comunidad arhuaca en estos esfuerzos al proporcionar una plataforma, para el intercambio de conocimientos, a través de un taller en Bogotá y  patrocinando la visita de un comprador de cacao. Es un ejemplo que muestra como una colaboración es clave para ayudar a conservar los bosques tropicales restantes y para apoyar las comunidades indígenas que desarrollan actividades económicas alternativas que alinean con sus valores culturales. Para los Arhuacos, la asociación ya está generando resultados y están compartiendo su experiencia con otros grupos indígenas empresariales en todo el país.

Un elemento clave de esta colaboración, el patrocinio de la visita del comprador, se llevó a cabo en el centro de acopio de cacao arhuaco, ubicado en el piedemonte de la Sierra Nevada de Santa Marta en Magdalena. Jan Schubert de Original Beans, el comprador europeo principal de los Arhuacos, pasó casi dos semanas en la región fomentando iniciativas comunitarias del cacao. Más que una empresa de chocolate, Original Beans tiene una visión distinta para “reponer los que consumimos” – enfocada en agro-ecosistemas biodiversos, reforestación, cadenas de valor sostenibles, y involucramiento comunitario. En este momento, Original Beans produce su propia barra de chocolate Arhuaco Businchari, tiene un acuerdo exclusivo para cobertura de origen único con los restaurantes JRE Europa, y recientemente empezó a vender granos de cacao a pequeños chocolateros a través de la bodega de Original Beans en Amsterdam.

“Con el comprador colombiano de cacao Arhuaco, Cacao de Colombia, Original Beans tiene como objetivo comprar 10 toneladas de granos de cacao durante la cosecha de 2018, apoyando sustentos indígenas con un precio estable a más del doble del promedio nacional,” explicó Schubert.

Durante la visita, Schubert apoyó a varios esfuerzos, incluso trabajando atentamente con miembros de la asociación comunitaria arhuaca, ASOARHUACO, para planear los próximos pasos del proceso de la certificación orgánica. Esto será crucial durante el año que viene para aumentar el valor comercial del cacao arhuaco y alcanzar un segmento más amplio del mercado europeo. En este momento, la producción del cacao no está certificada, aunque según valores culturales, los cacaoteros Arhuacos siguen los principios de cultivo orgánico. Original Beans aprovechó esta visita más reciente como una oportunidad para crear estrategias con los líderes de la asociación, especialmente alrededor de la información de línea base de GPS para cada productor que será evaluada por el organismo de certificación.

En Bunkwimake, un pueblo arhuaco remoto de mayor altitud, la visión es seguir desarrollando un vivero que albergará especies de árboles nativos y, eventualmente, rescatará cacao bunsi, o cacao blanco, que es una variedad única y nativa de la Sierra Nevada. Original Beans donó materiales para construir el vivero y está explorando la posibilidad de instalar un sistema de riego, colaborando detenidamente con líderes y asesores de la comunidad para determinar los próximos pasos de apoyo.

Photo credit: Jan Schubert, Original Beans

Una niña de la nación indígena arhuaca en el norte de Colombia muestra unos ejemplares de barras de chocolate de la empresa chocolatera Original Beans. La empresa está colaborando con la nación arhuaca en la producción de cacao. Foto por Original Beans

Emprendimiento Indígena

Los líderes Arhuacos han empezado a considerar compartir sus experiencias con la comercialización de cacao y café más allá de su comunidad arhuaca. Líderes indígenas Francisco Villafaña y Jader Mejía presentaron sus experiencias en el Tercer Encuentro Macro Territorial sobre Retos y Oportunidades para los Pueblos del Nororiente Amazónico Colombiano en el Marco del Pos-Acuerdo en Bogotá. Organizado por EDF, la Fundación GAIA Amazonas, y el Instituto Global de Crecimiento Verde, la conferencia fue un momento notable de desarrollo de capacidad entre comunidades indígenas.

La presentación de Villafaña y Mejía contó una historia de éxito del emprendimiento indígena. Ellos se enfocaron en el desarrollo de las cadenas de valor de cacao y café, socios claves, ONGs que les han ayudado durante el proceso, y éxitos y retos dominantes. Un socio prominente que ha ayudado la comunidad desde 2009 es USAID y ANADARKO, a través de la agencia operadora ACDI/VOCA; también se ha tenido apoyo del gobierno nacional a través de UNODC como operador con su programa alternativo en sustitución de cultivos de uso ilícito. Villafaña y Mejía mostraron los logros de los Arhuacos, que sirven de modelo para otros grupos indígenas, incluso la creación de sus propias marcas y tandas pequeñas de barras de chocolate y café, a través de este financiamiento. Para los presentadores Arhuacos, el foro fue invaluable a medida que continúan desarrollando las habilidades de mercadeo necesarias para el crecimiento comercial exitoso. No solamente ganaron experiencia hablando en público, sino también pudieron establecer contactos con posibles socios comerciales.

En respuesta de la presentación de los Arhuacos, los participantes de la conferencia destacaron que las ganancias no siempre son un incentivo suficiente para desarrollar una actividad económica que esté en línea con valores indígenas. Los oradores retrataron las ganancias como una herramienta y un recurso, más que un objetivo, para alcanzar objetivos más elevadas como aumentar acceso al mercado o la infraestructura, mejorar la soberanía alimentaria, y recuperar territorios. Los participantes apoyaron la idea que las comunidades necesitan dirigir sus propios proyectos, en lugar de ser impulsadas por personas externas que tienen menos entendimiento o inversión en el trabajo dentro de la comunidad. Las organizaciones extranjeras tienen un mayor impacto cuando potencian el liderazgo de la comunidad, fortaleciendo estructuras existentes, y crean oportunidades de aprendizaje dentro de cada proceso para que los participantes puedan ser autosuficientes a largo plazo.

Narrativas como la de ASOARHUACO podrían generar nuevas ideas entre los participantes para propuestas de proyectos; hay una demanda significativa para proyectos impulsados por las comunidades, de parte del gobierno colombiano a través del Pilar Indígena del Programa Visión Amazonía (PIVA). Al final, Villafaña y Mejía ofrecieron a los participantes de la conferencia una perspectiva compartida, relevante a Colombia, derivada de una riqueza de experiencias comunes por el tema del desarrollo de oportunidades económicas consistentes con su cultura indígena.

Desde Bogotá a Bunkwimake, esta colaboración está contribuyendo con la comunidad en momentos críticos y fortalece los esfuerzos de los Arhuacos para comercializar sus productos, conectarse con nuevos socios comerciales, crear una práctica de fabricación y el compartir en su comunidad, mejorar los resultados nutricionales, conservar variedades antiguas de cacao, y finalmente, impulsar sus propios procesos. Al conectar a los miembros de la comunidad con nuevas experiencias, oportunidades, y socios, esta colaboración empodera individuos y aumenta el sentido de pertenencia de la comunidad sobre estas iniciativas.

La apuesta de cacao no está lograda; toca seguir insistiendo en los objetivos a corto, mediano, y a largo plazo. Por esta razón, la comunidad requiere seguir realizando gestión y liderazgo institucional para alcanzar los sueños de tranquilidad, equilibrio, y salud de nuestra Madre Naturaleza.